El corto plazo, el largo plazo, la perspectiva, tomarse tiempo para enfocar, ver las cosas en la justa medida, es posible, es complicado. Este blog de reflexiones matutinas, de día a día, se llama "Política y Fútbol", dos temas casi siempre de actualidad, aunque habrá quién pase olímpicamente de ambos, no se puede contentar a todos. El de la política es asunto trascendente, nos afecta a todos, lo del fútbol es una distracción, como ya he repetido asociado al niño que quería ser algo, cuando el fútbol era cosa de dos y siempre ganaba el Madrid. En fútbol estoy de capa caída, ni la Champions ni el próximo domingo me ofrecen mucha confianza, ni los siguientes, además me da la impresión que los rivales se crecen y al final está el resultado inamovible golpeándote, sin piedad. A Zidane le han llamado desastre, calamidad, engañabobos, en artículos de opinión, no se si se puede decir, si es ofensivo. No es una sensación nueva, es desagradable.
En política, entre unos y otros, gobierno o pretendientes, unidos o unidas todos y todas, suena la historieta a cuento chino de ineptitudes. Aunque yo no se si se puede llamar inútil a un político, menos en público. Les han llamado de todo, en público, privado, lo deben llevar, políticos y futboleros, como gajes del oficio. Ahora está de moda Pinocho, o va a estarlo, es un personaje oscuro, cuya historia todo el mundo cree conocer, más proclive el personal a la versión de Disney. Un niño de madera que aprende las artes de los humanos, sus malas artes, que al final se redime dando la cara porque algo lleva dentro. Su creador Gepeto, sufre, como el norte de Italia con ese virus importado que intenta globalizarse también. Hay incertidumbre en política, en el fútbol del Madrid algo más, en cuestiones de corona y virus, no obstante me gustaría ser como Pinocho que no se rinde jamás.
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