domingo, 27 de noviembre de 2016

Sidra mojada. Coliseo romano VII.

No me ha gustado nada el Madrid y hay varias razones para ello, distintas y que convergen. Bueno para ser sincero algo si me gustó, la camiseta reciclada es blanca, muy blanca y queda bien.
Al final, se ha ganado 2-1 al Sporting de Gijón y eso es lo mejor. 
Partido para olvidar. Excusas podría exponerlas, más no es nuestro estilo, los jugadores que salgan son del nivel suficiente en teoría y cuando el tiempo es tan despacible casi todo el mundo se agota antes. Lo de los muchos partidos, lesionados, árbitros etc... es de perdedores.
Nuestra educación se aprecia, como somos generosos damos la bienvenida a los visitantes con lluvia de su tierra , mucha, y frío. Una tarde de perros, fea, de mesa camilla.
Los visitantes ponen toda su carne en el asador, sobre todo después de nuestro segundo gol, pero les cuesta mucho hacer el suyo, aquí radica uno de sus mayores problemas. Quería ver a Meré, su número 4, promesa de buen central, no da patadas, es rápido y sabe jugar la pelota, poco hizo para resaltar su juego.
Nosotros dejamos jugar a todo el mundo que viene, como magníficos anfitriones, ni presionamos ni recuperamos. Sacamos lo que hay disponible, James no brilló, Danilo se fue difuminando, a Pepe le dieron de todo, L. Vázquez falló y Benzema desaparecido en la primera aparte. No damos una patada y casi ni estorbamos; hasta Modric erró varias entregas, eso si Kovacic cumplió.
Al hacer el 2-0 nos quedamos dormidos en el chaparrón, y las fuerzas nos fueron abandonando poco a poco mientras el Sporting se creía que podría llegar a empatar y fallaba un penalty. 
Se irán reconfortados porque piensen que han hecho un buen partido, pero el fútbol es cosas de dos.
Lo curioso es que CR7 metió dos goles y llevamos 31 partido imbatidos, de los cuales en pocas ocasiones el juego ha sido de nivel y con continuidad

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