jueves, 29 de diciembre de 2016

La estrella de la muerte.

No soy un forofo de Star Wars. Me gustan partes de la historia, algún momento de la saga y ciertos personajes.Me encantan los juguetes sobre todo "The Millennium Falcon", en Lego o el original. Ha sido, es, un filón de recaudación y dólares para Lucas y compañía, pero no voy corriendo a ver los estrenos, me quedé realmente en las tres primeras, enganchado.
The Death Star, representaba el poder del mal y sus planos se convirtieron en una cuestión de estado para que no cayesen en las manos erróneas. La nave es fantástica para llevar el conflicto más allá de cualquier límite.
Como película me quedo con "Singin' in the rain", una de mis favoritas, casi perfecta, sobre todo por Stanley Donner y el genial Donald O'connor. 
Reconozco los valores de Gene Kelly, sus virtudes, pero nunca me cayó muy bien. Creo que se empeño en añadir varios números/coreografía, un tanto innecesarios; seguramente se les acabó el guión y las canciones buenas. Le agradezco que incluyese a Cyd Charisse, porque es un regalo para la vista y unas piernas preciosas.
Estos días en Hollywood han fallecido Debbie Reynolds, joven estrella que se curro su fama y gloria y Carrie Fisher, hija de famosos,  actriz regular y escritora sagaz. Madre e hija, unidas por una vida, una relación que ellas sabían y separadas por horas de diferencia en su último suspiro. 
Habrá quien busque explicaciones en la coincidencia; nos encanta encontrar pistas al pasado y adivinar el futuro, cuando no existen esas cosas y todo queda en el entorno de los familiares, los que pueden saber de verdad, las explicaciones y las razones. Sin embargo sería extraño que todo se explicase por una simple coincidencia de fechas. 
Al final el tiempo, el momento o el lugar son anecdóticos. Eso si unos más cinematográficos que otros.

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