sábado, 30 de diciembre de 2017

Repaso al 2017.

Se acaba este 2017, no es mi número favorito como el 6 o el 13, pero no me disgusta el 17. Repaso el periodo transcurrido y ha sido muy normal. Ha nacido gente próxima y se han muerto, por edad y cansados de vivir, cuando habían superado a la media. En ese sentido muy normal. El mundo me parece que sigue un tanto igual, incluso con Mr. Trump en el país más poderoso. Se nos han ido personajes conocidos y una inmensidad de gente anónima y desconocida que también tenían su corazoncito. No he aprendido tanto como me hubiese gustado, he disfrutado con alguna buen película y soñado con algún libro. Me he sentido perdido ante mis molinos y he aprendido a tomarme la vida muy poco en serio, porque como decían los de Monthy Pyhton a lo mejor esta vida no merece la pena tomársela muy en serio. Sigue habiendo muchas injusticias y gente que no tiene ni lo mínimo imprescindible. Niños que nacen con escasas perspectivas y madres que no pueden ni alimentarles. Dicen que este mundo es algo mejor, quizás sea así, lo que pasa es que las imágenes nos muestran muchas miserias. Al ser humano se le ve un tanto desorientado, perdido y más que vivir parece sobrevivir. En las Españas lo de Cataluña, con todas sus derivadas nos ha hecho fosfatina y ahí seguimos. Mi equipo algo ganó y jugó buenos partidos. Hay que dar gracias por seguir vivos, aunque seamos torpes.

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