domingo, 18 de marzo de 2018

El asesinato de Gianni Versace. American Crime Story.

El título, muchas veces, se utiliza para atraer público, en este caso también. 
Su autor ya había triunfado con O.J.Simpson y había que intentarlo otra vez. La he visto, la serie, y reconozco el trabajo de todo el equipo, con la sorpresa agradable de Ricky Martin actuando y a Penélope Cruz que no le entiendo bien en inglés-porque el mío es muy flojo-.
El caso es que el asesino es un tipo muy malo, de esos que si le llevas la contraria no acabas vivo. Luego en la serie no sólo es el asesinato del famoso modisto, sino a todos los que se fue cargando en el camino, situaciones tristes que se podían haber evitado tomando una buena decisión a tiempo. 
Eso es lo que me hizo reflexionar, cómo las diferentes víctimas tuvieron sus oportunidades-de huir-, según la historia que cuentan, de hace más, cómo en la vida te das cuenta que algo va mal y sigues. Te saltas las señales por distintos motivos.
José Mourinho- otro tema- también se da cuenta que muchas cosas van mal en el United y lo dice. No es muy querido o hay muchos que le odian. En el Madrid le ocurrió igual. Valdano nunca va a decir lo que va mal. Se explicó, Mourinho, en la rueda de prensa posterior a la eliminación de Champions con un monólogo de 12 minutos. Ayer, tras la victoria en liga, sin apuntes. Creo que tiene, básicamente, razón, la mayoría de los jugadores-máximos responsables, figuras , bien pagados, en cuyas manos está todo- no son capaces de sobreponerse a ellos mismo y a la presión. Reciben el dinero, no dan el nivel, no responden. Mourinho lo sabe- quizás como las víctimas del psicópata de American Crime Story- pero no se enfrentan con la debida energía e inteligencia. Mourinho, ese portugués, utiliza como última arma, hablar, explicarse en público, en privado se lo ha dicho muchas veces. Se le puede argumentar que su método no funciona, no se puede decir que no lo intente.

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