domingo, 29 de abril de 2018

Un vecino de visita. Coliseo romano XVIII.

Está cambiando el tiempo en Madrid y me voy a Chamartín porque el abono me lo permite, pagas por todos los partidos de la temporada, como es sabido. Faltaban muchos de los habituales en sus asientos, además hay puente largo, profundo, para el exhausto madrileño. 
Me pasé casi todo el tiempo charlando, con poca atención a lo que sucedía en el campo, la mente en otro lugar, otra fecha, un martes próximo donde todo va a ser muy distinto, incluido el rival. Nos visita el Leganés que lucha, juega ordenado y es intenso, a cuyos jugadores pondero sin que me llamen la atención, por respeto. 
El único titular teórico era Casemiro y de central, porque va sobrado. Los no habituales han estado como el día, cambiantes, e irregulares, como hemos sido en la liga por diversas razones, no sólo los que han jugado hoy. El interés no soy capaz de medirlo.
Al final todo ha ido a peor, deseando que el partido acabase y con los visitantes viendo si podían sacar algo. Ellos no llevaban mucho peligro a Casilla aunque presionasen y fuesen competitivos.
Los que no juegan a menudo tampoco han brillado Achraf, Vallejo, Theo, Llorente, Ceballos, B. Mayoral, ninguno me ha entusiasmado.Tampoco Bale ni Benzema que si estuviesen realmente bien se saldrían en estos partidos.
Al final 2-1 y no se qué conclusiones puedo sacar, son buenos jugadores todos, pero lo que resulta no es al nivel que estoy acostumbrado. En Champions será otra historia, partido del año, rival de enjundia, orgullo, prestigio y fútbol. 
¿Concentración?
¿Intensidad?
¿Buen juego?
Más les vale porque los bávaros pondrán eso y algo más.

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