martes, 8 de mayo de 2018

¿Aquí quién coño es culto?

Es una pregunta de un empresario taurino. A mi me parece una reflexión, muy interesante, aunque meterse por esos vericuetos nunca acaba a gusto de todos, mejor no complicarse el quehacer diario. Para empezar, antes habría que definir la cultura y entonces continuar con el ser humano culto, la persona culta, femenino o masculino. 
El aquí, el adverbio de lugar, también es interesante, en este caso España. o las Españas, como nación de la Unión Europea  y quizá falta el adverbio de tiempo, el ahora, aunque se sobre entienda.
¿Quién es culto en España hoy en día? 
Cuestión desgarradora porque me aterra la posible respuesta.
La reflexión siempre viene a cuento. En la ante sala de la feria de San Isidro, la más grande del mundo, en Las Ventas del Espíritu Santo, donde se consagran los toros y toreros, como el toro es cultura se hace pertinente dedicar unas líneas a intentar averiguar quienes son los cultos.
La definición de cultura, según la RAE, "es un conjunto de conocimientos que permite desarrollar un juicio crítico". Entonces, me temo que somos poco cultos o nuestros juicios críticos brillan por su ausencia. Supongo que tener juicio crítico no se adquiere de la noche a la mañana, requiere un aprendizaje, un uso y unos objetivos, requiere estudiar, conocer, saber, y luego formar la mente con sentido. Los conocimientos aquí brillan por su ausencia en general, excepto en los concursos de cultura general ( ahí también en muchas ocasiones). Cuando escarbas un poco los saberes de las personas son la mayoría superficiales y en estos tiempos de televisión horrible, medios de comunicación batiéndose por la audiencia, enseñanza concentrada en  objetivos políticos pueblerino o populismo trasnochado, el caldo de cultivo no es el ideal para adquirir conocimientos. En la época dorada del toreo, los años de Joselito/Belmonte, los españoles frecuentaban las plazas de toros y no se yo si eran más cultos, había guerras en África, hambre, pobreza y nada de Unión Europea. Se leía, el que sabía, pero los sabios hablaban de incultura.

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