martes, 1 de mayo de 2018

Hablar, lo justo y en el campo de juego.

Una plaza para Kiev, otro sueño. Podríamos añadir, a este título, que escribir tampoco sirve de mucho, quizá para soltar tensión y eliminar fantasmas. Si eres un genio se comprende que escribas, pero no es el caso. Aquí sólo hay pasión.
La Historia pesa, aunque hay que dejarla en el museo o anclada a la memoria confusa. No vale otra opción que empezar de cero, ser competitivos y ... hasta el final.
Va a ser una noche complicada, estupenda, con algún parecido al año pasado, más, diferente. Tenemos un problema en la defensa, lado derecho, que debemos vigilar. No quiere decir que descuidemos el resto.
El corazón late y se debate con dudas. Las sensaciones negativas provienen de la inseguridades del último partido de Champions y las muchas producidas en casa esta temporada. ¿Es normal?
En parte si, porque son los mismos jugadores en el bloque principal, que no han sido compensados en el desgaste con los menos frecuentes, además algunos de esos excelentes jugadores se encuentran bajos de... ¿moral? ¿forma? ¿fortuna?
Chamartín es lo que es y el Madrid también. James lo sabe aunque no lo sepa explicar. Netzer y Breitner de visita han sido más explícitos.
El rival, sin nada que perder, no contribuye a la tranquilidad, porque exhibe cualidades que ya hemos ensalzado, a su vez guarda sus defectos celosamente, intenta cubrir sus bajas y peleará.
Necesitamos un buen resultado, concentración, intensidad y acierto..

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