miércoles, 30 de mayo de 2018

Los Miralles olvidados de Soldados de Salamina.

No es que la moción de censura este en todas las portadas sino que tendrá consecuencias y las salidas no prometen. Un poco como el problema de Italia que tampoco pinta bien. Y se analiza con perspectiva los asuntos pendientes afloran y siguen ahí. Desgraciadamente no se ve - en ninguno de los partidos políticos- gente con algo más que no sea oportunismo, demagogia o populismo. Solo hay que ver el triunvirato de candidatos socialistas que Ciudadanos proponía al PSOE para un año. Patético. Quiere decir que la credibilidad de P. Sánchez es muy baja y acuden a Solana, Redondo o Jauregui, tres personas que parece que tiene en común que veían a España como un todo. Los de Podemos, con Iglesias metido en asuntos urbanísticos, ofrecen alternativas cero que no sea echamos al PP y luego veremos. Ojalá la política fuese tan sencilla como echar a un partido y punto final.
Recuerdo cuando el presidente del Atlético de Madrid, propietario único, fundó el partido GIL. El señor Gil y Gil presidente del GIl. Bromas muchas. Sin embargo ganó elecciones en Marbella y acabo de arrasar una ciudad, donde los principios y códigos éticos se mezclaban con los dólares y el oro. Lo ideal de un proyecto político es que una por sus principios, ideas y propuestas. Muchas veces une el rencor, resentimientos, intereses bastardos, codicia, odio, y sobre todo la falta de cabeza. A mí, siempre me han atraído los malos de las películas...pero con un poco de sentido común. Uno puede ser malo, pero tiene su corazoncito. Miralles es el de Soldados de Salamina, me trae bellos recuerdos.

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