domingo, 11 de noviembre de 2018

Cien años de Armisticio, la matanza del cerdo, tocar de oído.

Si, en efecto, ha pasado un siglo desde aquel pacto que tuvo terribles consecuencias en los años posteriores. Detuvo la masacre sin resolver los problemas de fondo.
Hoy 11 de noviembre era también el cumpleaños de mi padre, el día de San Martín de Tours. Un santo precoz, hombre de milicia y espada, húngaro de nacimiento, francés de obispado, y elegido a dedo por la mano de Dios para contribuir a explicar Su Reino con su ejemplo, olvidándose de las humanas intenciones. 
Es, o era, día de matanza en las Españas. A todo cerdo le llega su San Martín, dice la sabiduría popular, todos morimos irremediablemente.
Escribir se ha escrito mucho, por doctos y sabedores, sobre la guerra que asoló los campos de Europa. A mi siempre me ha llamado la atención que fuese la Gran Guerra, la I Guerra Mundial, un suceso decisivo. demoledor, y en España se discutiese, se supiese muy poco. Sarajevo y el asesinato del archiduque como mucho, ahora creo que se sabe menos. Igual sucede cuando se ve a Macron y Trump saludarse, hablan de la defensa europea, no dicen nada nuevo. Nosotros hace mucho que somos UE y NATO, el cambio es que Mr.Trump es un presidente inusualmente bocazas, pero detrás están los USA. 
Una guerra es algo terrible y librarse debería ser bueno. España se neutralizó en la Gran Guerra 1914-1918, aunque muchos combatían en África  y morían. El problema es que lo que sucedía fuera de la piel de toro los españoles lo vivían y tocaban muchos de oído, lo de África y lo del resto de Europa, también lo de la URSS que llevaba una año de limpias que continuaron por décadas. En al Segunda Guerra Mundial nos sucedería algo similar. Somos felices con nuestra flauta, como Bartolo, en nuestro aislamiento.
Ya Carlos V pensó que tenía que cruzarse Europa a caballo y ver lo que pasaba en sus tierras, de eso sabía mucho, un tipo grande. De descubrimientos del nuevo mundo, colonizaciones, evangelizaciones, gestas y empresas de gran envergadura, sabíamos mucho. De envidias, enemigos y zancadillas también, luego nos ablandamos con nuestras rentas, historias de otros, comodidades y miedos. Del desastre del XIX, del principio del XX, de la guerra Civil 1936-1939, sobre todo, también sabemos, tanto que no hemos aprendido. Quizá le debamos algo a nuestros antepasados, al menos a esos pocos que intentaron hacer las cosas con dignidad allá donde fuese preciso.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por explicar con pocas palabras lo de "espaldas" que los españoles hemos vivido ante los acontecimientos que en Europa se han dado, y luego, nos extrañamos de que no nos tuvieran en cuenta.

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