domingo, 11 de noviembre de 2018

Final de Libertadores Boca-River y visita a Vigo.

Hice algo inusual, en la televisión veíamos el Boca- River y en su segunda parte empezó en el ordenador el Celta-Real Madrid. No se bien que se puede apreciar con esta doble visión. Me interesaba el ambiente de la Bombonera, un posible rival en diciembre, observar a Palacios y a cualquier otro jugador interesante. Confieso que ninguno me entusiasma para reemplazar lo actual. 
Yo iba con River que jugó mejor, es más equipo, pero los de Boca pelearon y al final el 2-2 pudo ser un triunfo local gracias a dos intervenciones de Tévez que no sabía que todavía jugaba. Gran ambiente, no mucha leña, ni broncas, y las espadas en alto para la vuelta. Me gustó mucho Martínez, de zurda exquisita, y también Benedetto.
El Madrid se complació en Vigo porque se entregó a la causa ante un público que expresa sus frustraciones contra nosotros. Los locales jugaron bien decididos, aquí si repartieron leña y nunca se rindieron. Nosotros tampoco a pesar de las lesiones de Casemiro, Reguilón y Nacho que obligaron a cambios inesperados.
Modric dió un pase magnífico al extraordinario desmarque de Benzema, Karim la bajó como un superclase, se protegió del defensa y fusiló al portero, gran gol el primero.
Veía que se nos lesionaban jugadores y salían otros nada cambiaba. El segundo gol fue otra jugada extraordinaria de Karim, con regates e inspiración torera en el área. Un penalty con S. Ramos hablando con sus rivales, antes de ejecutar y un zambombazo de Ceballos. Total 2-4, cosas del fútbol. Los anti madridistas pensando que algo ha cambiado y Karim sonriendo.

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