miércoles, 28 de noviembre de 2018

Progresista, independiente. Ser justo o no ser.

Las elecciones en Andalucía huelen a ensayo general inminente sin horizonte para encontrar soluciones a los verdaderos problemas de España. El pis del enfermo y el diagnostico se ve alterado por puros intereses personales o partidistas.
Los sondeos apuntan a victoria del PSOE, porque Andalucía es otra cosa y les cuesta cambiar. La palabra corrupción hace cierto daño allí, desgasta y pierden votos los que siempre han estado en el poder, pero no tanto como para dar la vuelta a la tortilla. 
Es como si gran parte de los votantes pensasen: " Si, de acuerdo, pero con los otros sería lo mismo, como en otras partes". 
Creo que esto se explica en esos países del norte de Europa, que auto proclamamos super democráticos, y no se lo creen, aunque veraneen en Fuengirola.
La corrupción, los métodos, el trapicheo, enchufes, caso ERE, Junta de Andalucía, el despacho de un hermano del vicepresidente del gobierno de hace ya tres décadas, 100 años de honradez de otro Pablo Iglesias, todo parece adaptarse para que siga parecido. Eso si los que van a gobernar son los progresistas, sin embargo poco progreso se ve luego, no cunde, y es culpa del gobierno central de turno, los árbitros o las circunstancias, nunca provocado por una mentalidad, un día a día, un pensar que los listos somos nosotros. El pueblo manipulado o no, se deja llevar y se lo toma con guasa.
Hay otros tipos justos e independientes, que no se dejan manipular por los partidos políticos, que tienen fama de conservadores y luego son los progresistas, que no confunden el tocino con la velocidad.
Sabemos que hay un juez, un funcionario público, que ha dimitido por una cuestión de principios. Resulta que sus enemigos, que supongo los tendrá como todos, no son capaces de inventarse nada por ahora. Se sabe que su padre fue oficial legionario y que este señor juez nacido en las Islas Canarias, por asuntos del servicio, estudio en los jesuitas y en Deusto. luego realizo oposiciones, carrera y un Fiscal General, socialista, se fijó en él, en su pluma, sus cualidades, su saber hacer.
Tiene toda la pinta de ser un tipo justo, de criterio, recto e imparcial humanamente, que no se casa con muchos. Precisamente lo que no abunda y menos rodeados de políticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario