domingo, 26 de mayo de 2019

Nada como el primer amor

¿Cómo escribiremos sobre estos últimos años, que coinciden con el reinado de Messi y CR7 que toca a su fin o no?. Es curioso qué reconociendo el gran mérito, talento, eficacia, diferencias entre ambos los dos, no pasarán a engrosar mi pequeña lista de preferidos. Me parece injusto por mi parte y no lo entiendo, debe ser que los primeros amores son los más fuertes. Han hecho cosas increíbles año tras años, poseen records particulares que tardarán en ser batidos y sin embargo no me enamoran,. A veces pienso que Messi es por ser de un equipo que me produce una especie de urticaria desde que visité a unos parientes de niño en su ciudad y resultó que odiaban al Madrid, yo pensaba que todo el mundo amaba al Madrid. Como los expertos llegan a calificarlo como el mejor de la Historia (?) he llegado a la conclusión de sufrir una deformación permanente que me impide ver la realidad. 
Algo parecido me sucede con la política, aunque no hay expertos que hablen del mejor político de la Historia en España, quizá sea el señor Sánchez. Confieso que en política nunca tuve primer amor, JFK me pillaba muy pequeño y los posteriores no me han engañado. Una vez tuve un sueño horrible, una pesadilla en la cual Hilary intentaba ligar conmigo y luego me denunciaba a #Metoo.
Ya se acabaron las campañas, las reflexiones, hay que votar y qué Dios reparta suerte como en San Isidro. Suerte tuvo el ganador de la copa del Rey que jugó mejor que el perdedor, este no está bien, lento en la primera mitad, muy previsible, sin gol, puede ganar, pero tienen muchos problemas que Messi no siempre puede resolver y lo saben los que saben de esto. Algo tan viejo como el fútbol mismo. Los ganadores como si hubiesen hecho algo maravilloso, llenos de felicidad, euforia, un escenario de Fallas y tracas, está bien, hay que repartir y premiar, la suerte influye. 

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