jueves, 23 de mayo de 2019

En todas partes usan los hombres malas artes.

Distinguir lo principal de lo accesorio es una gran virtud, ya que somos limitados en todo, cualidades, tiempo, capacidades, recursos, somos humanos por lo tanto imperfectos. Cuando tomamos una decisión diariamente, cuando actuamos, diariamente, es recomendable separar el trigo de la paja, ir al grano, no perderse en inutilidades. Se agrava cuando se ejercen responsabilidades públicas, colectivas En política, deporte, medios de comunicación también. Se actúa como en el bar cuando confeccionamos nuestro equipo.
No se yo que tal pasaría el españolito, o españolita, incluidos separatistas, una prueba de distinguir lo principal de lo accesorio, no se educa en esta dirección, nosotros somos tolerantes, abiertos, comprensivos, algo flojos. Para empezar convendría ir al origen y preguntarse ¿qué es la vida? y quizá alguno nos recitase a Calderón de la Barca.
El follón este de los imputados independentistas, elegidos cargos públicos en las generales, hace ruido y más en el final de la campaña. ¿Qué hay de cierto? ¿Son claras las intenciones de unos y otros? ¿Y de la presidenta de las Cortes?
Para los imputados, juzgados ante el Supremo, representa otra oportunidad. No pierden una. Lo principal es la independencia, como sea o casi como sea, porque no se ha llegado a lo del País Vasco, abertzales y ETA, el resto es accesorio y a ser posible complementario. Se aprovechan de la democracia que les ampara y protege, como debe ser, van a seguir así mucho tiempo. El resto, que se supone no independentista, se dedican a intentar no perder votantes con pretextos, razonamientos, actuaciones, más o acertadas donde lo principal se diluye. Esta debilidad, error, es aprovechada para crear caos en la confusión. ERC y compañía, como los más representativos, satisfechos. Este error lo han cometido todos los gobiernos y responsables políticos desde 1975 por diversas razones que van desde el oportunismo a la ingenuidad, del "embrujo" que sufre la izquierda con la cuestión catalana o a los "complejos" de la derecha y sobre todo no ha habido unidad en los principal.

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