Lo ves en una película y no te lo crees te dan ganas de llamar a Tarantino para que ruede mi escena del autobus. He ido a Westwood, zona
agradable, junto al museo Hammer; frontera con UCLA, el único cine para ver "Licorice Pizza". Es lo último de P T
Anderson, gran cineasta, buena película, buenos actores, muy personal, debuts de
futuro, era el único sitio en LA para verla, por el estreno para Oscars, además 70mm, hora de
comienzo 12 mediodía. Luego por razones logísticas nos subimos al bus
número 2, que recorre el norte de Hollywood hasta downtown; los
autobuses en LA son una experiencia, la gente que sube y baja, nadie viaja en ellos si no es por necesidad. La
primera media hora por el norte de Sunset blvd, mansiones, la de la obra
maestra de Billy Wilder, la mansion Playboy, casas de ensueño. Luego se sube un
afroamericano, 30/35 años, con manta, su casa a cuestas, pantalón
corto, huevos al aire, gay; nos pide que le saquemos dos cables que
lleva al pecho, probablemente de una pistola de inmovilizar; se le cae
todo, se deja un vibrador que parpadeaba, no lo encuentra bajo el asiento y fue la atención de los viajeros del resto del trayecto, consiguió encontrar su pipa de crack; entabló conversación,
mascarilla caida, movimientos bruscos con su cara, con otro paciente pasajero; se bajó en Vine, se
perdió entre la gente con la manta en la cabeza. Mientras todo lleno de Santa Clauses.
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