Te marca la infancia, sin duda. Mis semanas santas. El jueves como que empezaba todo a eso de las 1400. Nada de música yé-yé, sólo clásica, ni discotecas que no existían demasiado. Luego en las zonas costeras se fueron relajando las medidas. En Madrid, austera Castilla, casi siempre, mis padres no salían esos días. De la poca tele menos pelis todas de romanos. En los cines del barrio, a veces romanadas de dos una buena y otra menos buena, pero romanadas. Estrenos el domingo de Resurrección, cuando la gente iba al cine, su magia. Las procesiones eran buenas sin la fuerza de otros lugares. Se quedaba vacía la ciudad. Muchos negocios cerrados, silencio, recogimiento e iglesias medio cerradas. Incienso y velas, olores, Dominicos, Jesuitas, Oblatos, Agustinos, la Concepción, Los doce Apóstoles, el Pilar, San Manuel y San Benito.
No sé porqué me parecía que esos días de primavera marzo o abril eran desapacibles, frío, tormentas, nubes, como si el mundo, en este caso el de mi pueblo, no se diese cuenta de lo que ocurrió en aquel Jerusalen o los fenómenos atmosféricos lo pusiesen en evidencia. Llegó el Ben-Hur de Wyler y me di cuenta que Charlton Heston si se había dado cuenta que un hombre que le da agua en Nazareth, es algo especial, le da fuerzas para sus galeras. Aquellas manos de modelo de manos eran preciosas. En el libro original del general Wallace no sale esa escena, es un poco distinto pero la obra cinematográfica es magnífica.
Ayer fui a los Oficios de Jueves Santo, hacia tiempo que no iba. Confieso que estaba distraído. Había visto un par de episodios de The Chosen. Rodada en Texas y Utah, han construído escenarios estupendos con el éxito. El protagonista y su banda de amigos son cool. Él es muy simpático, un poco hippy de Ibiza, encantador, bromista sonríe mucho. Sus amigos y amigas son modernos entre romanos. El Nazareno tiene muy claro Quién es, lo cual es fundamental, y lo utiliza continuamente, mientras el mundo alrededor se adapta y ocurrirá lo que tiene que ocurrir. Lo han hecho para atraer al personal. Confieso que me he despistado en los Oficios, gente muy mayor, nada de niños. No con la mirada del anciano Simeón.
Fué también un día señalado para el Tercio de Extranjeros en Málaga. No soy nada neutral con esos soldados y me importa poco no serlo.
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