Se celebra el aniversario de las reglas del juego en un momento de complicaciones siniestras, los supuestos aliados del gobierno de progreso no asisten a los actos, a los chascarrillos, por que son independentistas, lo que quieren, hacer, si les dejan, es actuar contra las reglas. Tratan de dotar al proceso de normalidad, lógica, incluso gran ética democrática, se ponen los ejemplos de otras naciones europeas comenzando por Francia ¿Alguien se imagina un gobierno en Paris con corsos que van a quedarse la isla de Napoleón para ellos? ¿En qué mundo vivimos? ¿Se trata de aceptar pulpo como animal de compañía? Las explicaciones son retórica pura.
¿Cómo se explica para que se entienda ? El valor de la palabra estea en entredicho, desde hace mucho.
Políticos que prometen, alguno jura, se oponen a esas misma reglas, no tienen ningún valor las palabras, más que flexibilidad, tolerancia, candidez, es una gran agujero negro. Políticos que afirman sus objetivos con contundencia, república quimérica, perfecta, independentismo, abolición de la monarquía.
Se ponen imágenes de 1978, los locutores argumentan que cuando se ratificó la constitución actual se opusieron muchos, no siempre el mismo número dependiendo de las regiones, esas personas en las televisiones no cumplen ni 18 años y ya se declaran en contra de las normas de convivencia, en una especie de capricho llamado nacionalismo extremo. No resulta sencillo de explicar, más difícil es entenderlo.
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