domingo, 1 de diciembre de 2019

Visita a Mendizorroza aguacero continuo, buen drenaje.

Jugamos en un campo que se asemeja a la Premier, aunque en Vitoria se come mucho mejor, llueve como en England. Zidane saca a los que cree, o da descansos, algunos para recuperarlos, supongo. Nosotro tenemos a Isco, protagonista, voluntarioso, sin gol, peleador, menos lento que otras veces, mejorado. La defensa me da pánico, inluidos Marcelo y S. Ramos, por sus peligrosos aspectos. El centro del campo no es de centrocampistas puros, Bale una incógnita culpable, como todos, de lo bueno y lo malo. 
El Alavés se limita a lo suyo, no cometer errores, aprovechar los ajenos, sin riesgos, con dos supuestos goleadores. Nosotros controlamos, superiores en la primera mitad, con un fútbol un tanto antiguo, e Isco mejor que otras veces, sin retrasar tanto la pelota, caen claras ocasiones fallidas. Bale se va apagando poco a poco.
Llegamos a la segunda mitad, Kroos ejecuta una falta, S. Ramos peina bien, lo que le gusta, su lado positivo.  A partir de ese momento aflojamos, el Alavés aprieta como la lluvia en busca del empate. Veo jugadores que no pueden dar más, ya no quiero nombrarles. Ramos hace su penalty, absurdo como es él, sin aprender, robótico, su lado negativo. Los locales vuelven después de diez minutos a su repliegue y Carvajal marca de delantero centro. El resto esperar hasta el final con el 1-2.
La presión en campo ajeno bien. Pienso que los once mejores están claros, si no hay lesionados u otros problemas

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