domingo, 27 de septiembre de 2015

El sentimiento es de ignominia en muchos comportamientos.

Ya hay resultados de elecciones en Cataluña.
Veo a los políticos en televisión, incluso a los tertulianos,  que lo único que pretenden es justificarse y mantenerse en el puesto como sea, ya sea en la poltrona de siempre o en una que intentan ocupar. 
Todos dan una explicación,su explicación; mezclan cualquier tipo de concepto, mienten; unos desobedecerán a España, según dicen, o a Bruxelles; otros se aliarán con sus némesis por el poder; cada uno busca interpretar los resultados de unas elecciones autonómicas en Cataluña de cualquier forma que le convenga, sin pudor ante las matemáticas y las evidencias.
El impresentable presidente de la Generalitat convocó unas elecciones porque le interesaba, en medio de una corrupción histórica, congénita que interesaba disimular, en una alianza donde lo que pretendían era conseguir aunque fuese un 0,001 % del 50%, para decir que su mensaje de independencia tenía la mayoría. 
Los que son mayoría después de estos resultados en en el parlamento, con todas sus incoherencias y diferencias, no consiguen ni mayoría absoluta ni en votos, en lo que asumían como un plebiscito encubierto. Me temo que se justificarán y no se irán.
Los partidos a nivel nacional han mostrado una imagen equívoca, falta de un mensaje claro y llena de contradicciones. No se si es vieja política, porque algunos tiene nueva siglas, pero las ideas brillan por su ausencia.
Me parece que en Cataluña sólo un partido ha ganado realmente.
Ahora tendremos meses, pocos, hasta las elecciones. No veo a esos partidos de ámbito nacional capaces de convencer y generar proyectos. veremos si ese partido triunfador ayer no da la sorpresa.

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