jueves, 17 de septiembre de 2015

En busca de nuestros antepasados.

Los descubrimientos de fósiles, esqueletos, mandíbulas en buen estado son apasionantes, sobre todo para los científicos que consagran su tiempo y se dedican en cuerpo y alma a excavar. Curioso que me haya salido la palabra alma, el soul de los sajones/ingleses, al reflexionar sobre este punto.
Ahora ha sido en Etiopía donde alguien grito Homo, aunque al parecer el fabuloso hallazgo pertenecía a los restos de una hembra.
Y seguiremos y seguiremos buscando. 
Lo que apuntaron Mendel, Darwin y otros insignes pioneros, básicamente se cumplirá. Puede que con el tiempo en un maravillosos museo se reúna la colección completa de homínidos y al final de su evolución figure el llamado humano, el ser humano, tipo Brad Pitt.
Entre los gorilas o chimpancés que vemos en zoológicos, o los pocos circos que perduran, y el hombre/mujer de la calle, hubo otros que fueron evolucionando, teoricamente perfeccionándose o adaptándose al medio, y llegamos a 2015 de esta guisa.
Entra un poco de vértigo al pensar en los millones de años transcurridos, en lo poco de nuestra historia ¿5.000 años? y la de los homínidos que no escribieron (que se sepa) pero que tenían huesos, millones de años.
Cuando nos pongan a todos nuestros antepasados en fila india me haré las mismas preguntas: ¿ Somos diferentes en qué tenemos un cerebro más evolucionado?¿Y el alma? ¿Tenemos alma? ¿Es un alma inmortal?

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