miércoles, 21 de octubre de 2015

En el Parque de los Príncipes. Champions III.

El Madrid es un equipo real desde hace muchos decenios y puede que sea verdad que tiene un idilio con París, al fin y al cabo cualquiera que ame la belleza se enamora de la ciudad de La Luz.
Nosotros presentábamos un equipo joven con CR7 y S. Ramos como carcas y muchos chicos jóvenes de esos que me gustan en un escenario exigente.
¿Dónde estaba el PSG en el primer tiempo? No tiraron nunca, no ofrecieron peligro ni alternativas ni juego. Y Navas sin intervenir.
Los de blanco estuvieron como un equipo sobre el verde césped, sólido, asociados, rápidos, solidarios y sin precisión en el remate o ayer estaba Trapp que para bien. Su juego ofreció equilibrio en la primera parte y calidad, pero el fútbol son goles.
Seguramente las instrucciones fueron muy diferentes en el vestuario. Los locales no disimularon sus intenciones. Había que cortar el juego como fuese, ser más agresivos, presionar más arriba y jugar la baza casera.
El Madrid empezó a desordenarse un poco, el cansancio seguramente pesaba y ahí eché de menos a Kovacic que también se había lesionado a última hora. En el minuto 60 pensaba en las sustituciones y Llorente me parecía la opción más recomendada. Blanc también veía el cansancio y contaba con más recursos creativos en su banquillo. Afortunadamente Modric, disponible, volvió a poner las cosas en su sitio y Navas siguió sin intervenir.
Me gustó el Madrid en su conjunto y la dirección del señor Benítez que debería hacer reflexionar a muchos. En especial Varane, Marcelo, Kroos y Casemiro. 0-0, una pena las oportunidades creadas o las precipitaciones en el remate o las intervenciones de los mejores del PSG, portero y centrales.
De los árbitros en Europa tampoco opino.

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