lunes, 12 de octubre de 2015

¿La hora del premio Nobel?

Angus Deaton, escocés, jugador de Princeton University, era un nombre conocido por algunos pocos; ahora lo es en mayor medida porque ha ganado las millonarias coronas del Nobel de Economía y esa gloria que tienen casi todos estos premios.
Supongo que su premio es merecido, al igual que otros candidatos lo pudiesen merecer, y no me pronunciaré sobre ello, además no creo en los premios.
Si me parece que se explica con claridad, más allá de los tecnicismos de su profesión y me da la sensación de haber alcanzado cierta sabiduría. 
El misterio de la economía no lo basa en las puras cifras y trata de investigar en los pueblos a la hora de valorar las respuestas.
Estuvo por las Españas haciendo algo en plena crisis, me refiero a hace dos o tres años; por favor no deduzcan que la crisis ya se ha acabado ni entren en valoraciones políticas, hay cosas que costará generaciones corregir. El caso es que opinó, porque le preguntaron sobre las medidas del gobierno ante la crisis que golpeaba y la austeridad. Desconozco lo sincero que fue.
Sentenció que, si no se hacía lo que se estaba haciendo sería peor, que a España no le quedaba otra salida por ser miembro de la Unión Europea.  Me pareció un hombre sincero y realista que piensa que el dinero no lo es todo, que cada país tiene sus peculiaridades ,pero que hay ciertos parámetros que no se pueden rebasar.
¿Tendrá razón? 
Desde el punto de vista económico, y sobre todo político, se debate con absoluta frivolidad, exhibiendo el sufrimiento de las gentes sobre las opciones el pasado y del presente; con una sensación de buscar el voto y contentar sin base sólida para luego rectificar; o sea de hacer política o engañar.
¿También engañaba Mr Deaton¿Qué ganaba con sus opiniones?
Puede que apuntase en la dirección menos mala; al fin y al cabo es un estudioso o eso dice su galardón.

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