domingo, 18 de febrero de 2018

En la bella Sevilla, pero contra el Betis, la montaña rusa.

Supongo que puede haber resaca de Champions. Además el Real Betis está bien y tiene un entrenador de esos que gustan en los medios, aunque no haya logrado mucho, hay varios ensalzados como grandes alternativas que quedan en nada.
Zidane, por su lado, pensará que el partido es difícil, como todos y sabe lo que le espera, lo que desconoce es cuál será la actitud de sus jugadores. La Liga está como está y hay que asegurarse la Champions, habrá cambios.
Empezaron los locales con la presión típica, las ganas y los tópicos, sin tirar a gol. El Madrid marca gracias a que su portero despeja incorrectamente un buen disparo y Asensio no perdona. Llevábamos muy poco de partido y el Madrid desaparece, como si el árbitro hubiese pitado el final, incluso Asensio que jugaba bien. Tampoco es que defendamos con verdaderas intenciones, dejamos centrar y que cualquiera remate. Es desesperante, porque no hay ningún criterio o hay una dejadez. Para colmo Marcelo, buen atacante, se lesiona y ya dejamos de atacar. Ellos meten dos goles en dos ejemplos de cómo no se debe nunca defender. Es bochornoso.
Este Madrid es una montaña rusa. La salida en la segunda parte cambia todo, como si los jugadores hubiesen tomado nota de su desidia. Desapareció el Betis y llegaron buenos goles, en uno de esos momentos, 45 minutos, que dicen gustan al público y desesperan a los entrenadores. Bale no acierta y fue sustituido, aunque lo intentase con espacios. La jugada de Carvajal, la finalización de Asensio en el tercer gol, estupendas acciones ambas.
Al final 3-5. Muchos goles encajados, desorden y caos, y pudieron hacerse más. Zidane gusta de la Liga porque significa continuidad y pondera mejor su labor de entrenador, sus jugadores no son capaces, se olvidan o no pueden.

No hay comentarios:

Publicar un comentario