martes, 27 de febrero de 2018

¡Menos mal que no veremos a Colau! Lloramos a Quini.

A esa señora Colau no le gusta el fútbol o yo supongo que no estará en Cornellá, aunque como es un animal político, puede hacer lo que le interesa en su siempre ponderada coherencia y sentido común. El caso es que jugamos contra el Español, en un martes de frío y baja entrada. 
Su entrenador es otro de esos "comentaristas" que caen bien a los de los medios, aunque ahí está su historial para colocarle en su sitio. 
El Español sale a no fallar y ver si el otro se despista. El otro es mi equipo. No voy a comentar la alineación porque es suficiente, en apariencia. 
Controlan bastante del primer tiempo, pero no aciertan o si lo hace D. López, que es un buen portero, como bien conocemos. Rematamos poco, Isco no se si sabe que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos, Bale se pierde en sus cosas, como Nacho -esta noche, cosa rara, le desesperaron-, o Llorente que trata de demostrar algo porque estar corto de partidos. Achraf- que a mi me gusta- arriesga y no siempre le complementan.
Los demás en su línea última sin ninguno que destacase especialmente. Asensio y L. Vázquez fueron desapareciendo como Teslas sin batería. Varane se equivocaba en los pases demasiado y Kovacic- buen jugador- conduce sin resultados. Menos mal que está K. Navas.
Los locales crean peligro en desaciertos nuestros, provocados o no.
El segundo tiempo es una repetición de impotencia, concediendo ocasiones, sin remate con Bale sin hacer lo que tiene prioridad y los cambios sin aportar nada. Jugamos un fútbol inferior desangelado y frío. 
El gol lo encajamos en el último minuto del descuento, cuando S. Ramos- el criterio no es su fuerte- jugando de delantero centro, descuida su marca porque no tiene el don de la ubicuidad. El 1-0 es justo, para los locales, que no se verán en muchas así.
Luego me entero que se nos ha ido Quini, uno de esos tipos que se hacen querer por ser como son.

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