domingo, 4 de febrero de 2018

Otra vez a Valencia, esta vez el Levante UD.

Confieso que llegué al descanso del partido. Venía de un funeral de un amigo que se reía del fútbol y sus aficionados, le importaba muy poco. 
Me informan del empate a uno. Gol de S. Ramos y fallo de S. Ramos. pensé, como otras veces, que los expertos incluirían a Casillas, ya afortunadamente fuera, y S. Ramos, todavía entre nosotros porque lo del United era una mentira suya, entre el once mejor de la historia del Madrid. Yo no lo entiendo porque ninguno de los dos me ofreció credibilidad en el conjunto de su carrera y actuaciones, por diversos motivos, técnicos y psicológicos.
En el segundo tiempo veía a un Levante corriendo detrás del balón, gran desgaste físico y peligroso potencial sin crear peligro, esfuerzo enorme. Nosotros mucha posesión, malos pases finales, centros pobres y fallos. El portero local parando lo que rematábamos, sobre todo CR7.
Benzema dió el pase de nuestro segundo gol faltando diez minutos. Entonces hay que explicar que los locales, a partir de entonces, ganaban todos los balones que disputaban en busca del empate, como si el Madrid desapareciese con la misión cumplida. Otro fallo de coordinación centro del campo/defensa, errores y 2-2. La efectividad del levante se acerca al 100% y K. Navas, sin culpa, casi detiene ambos goles.
En resumen lo mismo de toda está temporada, con o sin BBC, con o sin Isco y un patético Asensio en diez minutos sustituyendo a CR7. 
Hay que vender que se puede ganar algo (?), comprensible, pero visto el estado de estos últimos siete meses ¿Por qué habría de creer el aficionado?
Hacemos que cualquier equipo ,aunque sea el cuarto por la cola, se crezca, su entrenador se gradue en técnico de categoría y sus jugadores hagan el partido de su vida. Deberían pagarnos por jugar, ya que contribuimos a incrementar la autoestima de nuestros rivales. Saben el escudo al que se enfrentan, luego en el campo ven la realidad.

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