lunes, 9 de julio de 2018

"Chercher l'argent", ciudadanos, la revolución que no sabes a donde lleva.

No hay que buscar a la mujer en estos casos, y ahora con eso del orgullo y las reivindicaciones LGTBI pues menos, las novelas negras ya no serán lo mismo. Aunque en el Watergate ya decía Garganta Profunda lo de follow the money, como sugiriendo que ahí está lo esencial. Y en esa búsqueda de lo esencial, concediendo al ser humano el beneplácito de sus buenas intenciones, no hay que dejar de mencionar que se equivoca mucho y lo sabe.
El dinero, la vulgaridad de la pista fundamental. 
La política es asquerosa oí a un prestigioso comunicador catalán consolando a un presentador/interlocutor, cómplice, que otorgaba. Fue un comentario al juzgar la situación en Cataluña, el pasado reciente y el presente, con la entrevista al máximo nivel. Digo prestigioso porque el interlocutor, que fama/prestigio tiene, se quedó sin palabras. Usaba un lenguaje con mucha ironía, sin insultar ni alterarse, sin escandalizarse ni asustarse. "Lo mismo de siempre en Cataluña, siempre igual con o sin Pujol", afirmaba con naturalidad, impertérrito.
La mentira, los totalitarismos, los insultos, el pueblo utilizado y vilipendiado han sido también utilizados y tan culpables son los utilizadores como el pueblo en si, cruel como masa descontrolada. Estoy leyendo "Citizens", una crónica de la Revolución Francesa, un tema que nunca había profundizado, como si sus enseñanzas estuviesen muy claras para mi. Duermo con Louis XVI, Mirabeau, Danton, Lafayette o Robespierre, me dan todos un poco de pena. No me los imagino con televisión o whatsapp, retransmitiendo la imperturbable cara de Sansón, el verdugo, en el patíbulo de la place de la Révolution, hoy, Concorde. El ser humano es muy limitado y se toma en serio a si mismo con demasiada frecuencia.

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