sábado, 26 de enero de 2019

Alfonso Guerra, back to the future.

Leo una entrevista a Alfonso Guerra porque ha escrito un libro y dice muchas cosas, a unos le llamarán atención unos aspectos más que otros.
El señor Guerra quizá sólo signifique algo para personas mayores de 45 años por lo menos, para el resto es un personaje histórico. 
En la llegada de la Transición lo ponían como un diablillo sevillano con malas pulgas que complementaba la imagen de Felipe González. Luego vice presidente del gobierno, escándalos en la familia, dimisión. A mi siempre me pareció un hombre honrado, de sentido común,  que iba a la esencia de los asuntos y al cual se podía convencer con coherencia. Incluso con sus aparentes enfados tenía gracia y no me daba miedo. Ahora le tienen que utilizar como defensor de la idea de España. 
Un ejemplo, de sus salidas, es lo que decía el cardenal Sebastian, recientemente fallecido, cuando tenía que lidiar con él desde la conferencia episcopal. Resulta que al hablar de Dios, don Alfonso le comentó que el problemas de Dios era un problema de Dios mismo, su existencia o no. Interesante.
En la entrevista habla, a su estilo, del PSOE, Sánchez, Díaz, etc...y de los independentistas. Guerra nunca utilizó un doble lenguaje y sabe donde está el mal. También afirma que los españoles somos auto destructivos y no entiende como no haya una juventud grande, que diga Viva España sin complejos. 
Si se pudiese volver a 1977 y poner estos titulares sobre Alfonso Guerra nadie se lo creería. Sin embargo tengo la impresión que este hombre ha sido siempre el mismo, capaz de distinguir lo principal de lo accesorio, virtud escasa..

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