miércoles, 11 de noviembre de 2020

Una novia nunca es fea.

Creo que Churchill le dijo a Alfonso Paso que había dos cosas que los ingleses no podrían tener: "el Mediterráneo y ese endiablado Real Madrid". Hoy he visto las obras de Chamartín con ojos distintos, me ha parecido que algo se acaba, como un telón que cae. Entre tanta grúa, admiraba la precisión de los ordenadores que dan las medidas precisas de tanta pieza de enorme tamaño, no como en esos rascacielos de Manhattan de los años treinta con los obreros disfrutando el almuerzo a muchos pies del suelo,  sentados en las vigas, apelotonados. Pensaba que cuando se finalice de cubrir Chamartín desaparecerán en mis recuerdos, quedará oculto como ahora entre las grúas, camisetas tendidas, piscina. Mientras, no se ocultan, como siempre, nuestros grandes amigos pregonan no sólo nuestro mal juego sino que triunfan en el extranjero los que dejamos salir, que otros no triunfan pero ya lo harán, que cualquier ex entrenador nuestro es ahora un genio, que antiguos ex del Castilla nunca fueron madridistas fueron siempre de otros, son seleccionados, también triunfan, que nos lesionamos mucho, no recuperamos de graves lesiones, nos contagiamos de la covid-19, resucitamos a los rivales, no metemos goles los meten los que jugaron aquí. No me explico como hemos ganado tantas cosas, como no hemos seguido el sabio camino de otros muchos clubs, con sus extraordinarios dirigentes, Tony Kroos pensará que nunca debió dejar el Alemania ni Modric la Premier ni Courtois ni Varane venirse joven ni Karim aunque fuese su ilusión y Fede, que seguramente no es cotizado por esos grandes entrenadores que no tenemos, debería irse para triunfar de verdad, cuando se recupere. Mi novia es muy fea pero la quiero tanto, a sí me pasa con el Madrid.

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