sábado, 21 de noviembre de 2020

Vuelta a la rutina en Villareal.

Nada que ver con el rídículo generalizado durante los tres partidos perdidos hasta ahora, ausentes del terreno muchos minutos Cádiz,, Shaskar, Valencia, está vez ha sido distinto. No se a qué hemos jugado contra un equipo teóricamente en forma, ya no estoy seguro que la culpa sea de Zidane principalmente. No vale lamentarse de esas cuatro bajas irremplazables, hemos estado lentos, parsimoniosos, sin gol, sin peligro ante un rival todavía más cansino, muy vulnerable, ese central suyo de moda me lo imaginaba de negro y contagiado. Mete Mariano un gol nada más comenzar, hace efecto el Pacharán, era como ver pasar el tiempo dando cabezadas, lo mejor Carvajal y Mendy o Modric favorecido por el ritmo. El local ha apretado algo, muy poco, en las segunda mitad, provoca un penalty, gol, tan felices. No hay una razón, es un conjunto de factores, nivel de los jugadores, lesiones, covid-19, calendario, lentitud en los cambios del entrenador, cambios que no cambian. Ya no quiero echar la culpa a Isco o a ese fantasma que es Asensio o la pauta que no llega de Vinicius. De pronto les han metido un gol, entonces por lo menos aceleraban algo, como si chupasen del tanque de reserva, luego podían, Take no ha acertado en el segundo gol. Han sido dos jugadas casi aisladas, tampoco es que Varane haya fallado hoy. No se cuales son las buenas noticias, estamos en noviembre, esto se me va a hacer muy largo.

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