viernes, 12 de agosto de 2022

Se me cansa el alma.

 

Un médico, especialista en personas mayores, afirma que lo más importante, simple también, es beber agua, líquidos, para las personas mayores de 60 años; se olvidan de beber, no sienten sed y se deshidratan. Lo de los 60 + se refiere a la tercera edad, ese eufemismo para los ancianos o como decía mi padre ese coñazo de vejez, aunque ahora la media ha subido. Don Manuel, mi padre, siempre fué muy coqueto, muy bien vestido, perfumado, alta autoestima, nunca le preocupó lo que dijesen los demás, caía simpático, en su jubilación se acicalaba igual que antes y se iba a adoctrinar a su huestes al llamado paseo de los melancólicos, cuando volvía siempre decía que eran muy mayores. Mi padre bebía agua. Da la impresión que si bebemos, yo creo que un whisky como el de la foto, gin tonic, un vino de esos, una cerveza fría al primer trago o una tibia en un verano de England, son como un regalo que pueden complementar al agua....si no te duele nada. o si te duele mucho. Luego como dice un amigo mío, gaditano viejo, sabio, que no se rinde, a veces se te cansa el alma. El cuerpo es química el alma es inmortal, espíritu, no puede doler físicamente si sentir. Seguramente a todos se nos cansa, nos aburre la mediocridad, nuestra propia falta de esas energías que antes sobraban, la repetición de lo absurdo, la gente sin edad, sin frescura y sin embargo no hay que rendirse. A mi padre nunca le oí rendirse, si aburrirse porque no podía hacer lo que le gustaba porque los jóvenes pensasen que no fué jóven a su vez...alguna vez.

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