jueves, 27 de octubre de 2022

Franki, Busi, Gavi, Pedri y otros chicos del montón

 

 

 

 

 

 

 

 

No todos son Spielbergs aunque hay mucho presunto tiburón blanco sin calificar. Cuando vi la primera película del entonces desconocido Almodóvar me pareció que había algo en ella, de buen director, sin medios sin casi nada sólo talento propio, un artista que ha demostrado su valor guste más o menos, Este Almodóvar luego fué Oscar al mejor guión original y escrito en castellano-manchego, un gran título; claro que no sé de cine, hoy confieso que no se de fútbol, nada de nada. El domingo me puse a ver el FCB-Athletic por simpatía con el Athletic, alguien conocido de allí me había dicho que jugaban bien, intensidad, equipo, espíritu, algún jugador interesante, buenos resultados. Vi a unos vascos francamente pobres, perdidos, sin jugar a nada, diría que hundidos, el primer tiempo caos , goles muy rápidos, el segundo petardada. Luego oí la rueda de prensa del entrenador local, estaba encantado de haberse conocido. Los suyos, siempre mencionados por su nombre o apodo, son maravillosos jugadores de equipo, todos le entienden, se quieren, se apoyan, el entrenador es genial, "cuando pierden es porque ocurren cosas siempre tiene opciones", "él analiza en función de las cosas no de los resultados como los periodistas", "hay que analizarlo en el sentido de como jugamos y en función de como será el resultado", están bien, fuertes, "Madrid fue un accidente, hay mucha ilusión, muy buenas sensaciones". "Los futbolistas son los protagonistas, el entrenador sólo ayuda, está para que entiendan la idea de juego", cuando pierden es injusto. No habló del rival, no sabemos si tiene en cuenta como juega su oponente, como llega, como se ve afectado por los lances del juego, estado de forma, el rival no importa, al FCB le sobran jugadores, no ha ganado todos los partidos jugados hasta ahora por detalles puntuales incluidos partidos de Champions o injusticias manifiestas. Me creía capaz de distinguir un buen jugador un buen entrenador, me rindo, me voy a vivir a Barcelona con X. Hernández o a Tarrasa.

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