Sobrevivientes.

 La cuestión de la supervivencia te hace fuerte si sobrevives, hay quien afirma que la vida es supervivencia. Sin saber cómo ni porqué me he dedicado un rato a recordar que quizá el pasado fue lo que fue por múltiples razones, en ese pasado hubo muchos sobrevivientes. Recordando pasajes de libros, historias de familia, películas, deber ser por algo de probarme la pérdida de memoria o cualquier otra razón, el caso es que me trasladé a Madrid finales de los cuarenta entre el 45 y el 50 cuando ni había nacido, llegaban los de la implacable generación del 47. Una cantinela que oí posteriormente a testigos presenciales sobre algo determinante, factor esencial, es la cuestión del hambre, se pasó hambre en la Guerra Civil sobre todo en mi pueblo durante aquellos tres años y los largos años posteriores a la guerra/Guerra Mundial no fue un paseo precisamente; por aquí les sonaría a peli de Hollywood ya que de sus guerras han salido casi siempre mejor, En mi descargo puede decir que California no es mi pueblo ni LA es my Lady. Al final ahora cuando una buena dieta combinada con ejercicio y negación de bebidas alcohólicas es lo mas recomendable, me concentré en las ausencias de todos esos años, como se ven en las películas en blanco y negro, ni mi equipo con el nuevo Chamartín  y El Mangas como único baluarte comía, todavía no habíamos fichado a  don Alfredo, en los cafés se pedía agua para alargar el día. Lo fundamental era comer, lo que hubiese, el extraperlo se llevaba , una palabra que siempre me llamó la atención y yo la asociaba a Fernan-Gómez por una interpretación suya que daba miedo. Aquello debía ser sobrevivir, seguramente se quejaban, como nos quejamos nosotros, todos nos creemos con derecho a la queja.