Dos temas he encontrado en los muchos artículos del New York Times recientes, asuntos ambos de portada, con mayor preocupación sobre el primero. Este es China, grandes dimensiones, actual, importante, estratégico, que viene a ser como un clásico en estos últimos tiempos, un gigante, que no aspira a casi todo con diferente mentalidad y sus necesidades. El gigante recompuesto por los propios USA en su momento y el gran Henry de los años setenta, como arquitecto del futuro, todo para axfisiar más o menos a la URSS y hacer negocio, ¿ qué otra cosa se podía hacer?. Don Henry todavía vivo y cuerdo tendrá su opinión más elaborada. Todo esto se llama política, para algunos high politic, y siempre se paga un precio tarde o temprano; en las low politics hispanas también se paga ¿ verdad señor Sánchez?. El otro asuntillo de alcoba es la ultra derecha, fascismo o como se quiera bautizarlo. En este caso, los del NY Times dan un repaso a la vieja y civilizada Europa, repasan lo que ellos consideran ultras/fascistas empezando por Hungría y citan a España, donde en las próximas elecciones pueden llegar los ultraderechistas, en su lenguaje, de VOX al poder. Esto también es política y como en todo hay verdad, manipulación e intenciones. Siempre tengo la sensación que lo que mueve no es la ambición, crimen, religión, como cita un autor que estoy leyendo, sino la estupidez, el corto plazo, la miseria humana. Tanto lo de China ahora, como ese nuevo voto a las posiciones consideradas ultra que como sabemos es más allá, es circunstancial y hay que tomar decisiones. Sin embargo es sintomático que preocupe tanto VOX cuando los propios de VOX deberían preocuparse si les votan demasiado.No hay milagros ni magias hay tiempo. Al comunismo nunca lo llamaron ultra ni extremismo ni anti democrático ni totalitarismo porque llevar las domingas, denominación que utilizaba mi madre en Ibiza ante el topless, sin sujetador en Paris era casi chic; no tan chic para mí sino refrescante, estimulante y manipulable de vez en cuando, en el fondo dependía de las domingas en cuestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario