sábado, 8 de julio de 2023

Viaje de novios.

 

 

 

¡Suerte maestro ! Foto de una hermosa playa australiana de viaje de novios. No hay toros casi, recurro a su lenguaje siempre lleno de sabiduría. Se casa alguien en un sitio guay del Paraguay, por lo visto, y no he sido invitado, más bien ignorado; se trata de la boda mediática, del siglo, ya sin corrida del siglo, con perdón. Podemos dormir tranquilos y qué Dios reparta suerte. En mi largo viaje de regreso, había en la misma fila del avión una pareja de mi pueblo, ella del Atleli , 29, abogada, más de 35, él no futbolero, constructor; la información toda me la proporcionaron ellos, conversación típica y tópica. Venían de tres semanas de viaje de novios, parecían buena gente, ya vivían juntos. Hablamos al principio, felicité y desee suerte al final, al fin y al cabo esto es largo, sino que se lo digan a la que me aguanta. En ese momento final solté que mientras no haya hijos ... que esa es la prueba de fuego, otra responsabilidad, contexto distinto. Así mismo les argumentaba que las creencias son fundamentales en la vida. Entonces el varón me dijo que eran otros tiempos. Yo como don Luis Sánchez Polack repliqué : 'no señor eso no". "La gente se casa por la Iglesia Caţólica en España y esto no es como en los tiempos del Invicto, Concordato, hay matrimonio civil, divorcio, nadie obliga, aunque hay una tendencia a obligar a la Iglesia a cambiar sus reglas". En mi caso recuerdo al primo de mi madre, fiscal jefe de la Rota, que nos casó, que tuvimos que irle a ver a una especie de cursillo superrápido para que nos informase de lo que pretendíamos hacer. Nos habló avergonzado de una cantidad en dólares, un tribunal de Brooklyn,  un divorcio/nulidad, un cantante famoso, una señora no tan famosa, tres hijos, tribunal Rota, derecho canónico, ¿ qué ocurre cuando declaras bajo juramento que no sabías lo que hacías, que te obligaron? Para luego volverte a casar por esa misma Iglesia. No soy muy de bodas. Aunque esta no se si es de famoseo, influencer, gilipolluá; he leído los invitados, no conozco a nadie, no están Camavinga ni Fede. Al final casi todos culpables. Recuerdo siempre el Hola, paganini de esto, en casa, mi madre, mis tías, aunque mamá era más de "Semana", recuerdo un digno comandante de buque de guerra que su única exigencia fue comprar el "Diez Minutos" porque lo precisaba, le inspiraba, para concentrarse haciendo sus cosas. No somo casi nada.

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