domingo, 4 de mayo de 2014

Naranjas amargas. Coliseo romano XVIII

Bonita noche, resultados favorables de los demás, una gran oportunidad para igualar. El rival, el Valencia, hizo su partido, todo de naranja, con buenas paradas de Alves, leña/dureza en el medio del campo y mucha efectividad de cara a la portería en momentos precisos. Esta combinación sumada  a las imprecisiones del Madrid en los momentos de definición y en algunos jugadores como Marcelo, Illarra o Benzema, principalmente, hicieron que la gente que llenaba Chamartín saliese decepcionada.
Y es que la Liga es el campeonato de la regularidad y el Madrid jugó muy regular. 
Podría argumentar que faltaba Modric, que Di María aporta muchas cosas en ataque, que el portero rival estaba en el sitio correcto en muchas ocasiones, que CR7 mete muchos más (aunque el que metió supongo que dará que hablar), pero me dio la impresión de todo el año que ese 4-3-3 sin trabajar todos crea sus huecos y sus desajustes, en este caso principalmente por el lado de Marcelo que llega tarde a todo y no aportó en ataque. Seguramente los jugadores piensan que les "llega" para ganar esta clase de partidos y que además CR7 meterá algún gol.
Los entrenadores hablan de que quedan sólo finales pero los jugadores no lo entienden o su cuerpo no puede, porque a S. Ramos le sobra.
Sería un buen partido para ponérselo como lección a aprender, una más, porque el rival también hizo un gran esfuerzo en la Europa League.
De los árbitros no hablo.

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