Como dice Michael Corleone en Godfather III "Just when I thought I was out they pull me back in", el viejo padrino quiere permanecer al margen y no le queda más remedio que seguir luchando.
Algo así le ha ocurrido al FC Barcelona tras el empate del Madrid, el domingo pasado, y se arrepentirán mucho de lo que les pasó a ellos y también los del Atlético.
Nada nuevo. La liga es el torneo de la regularidad y el menos irregular ha sido el Atlético de Madrid, el resto son pamplinas, elucubraciones, tópicos y páginas en los diarios.
Claro está que quedan tres/dos partidos para ser todavía más irregular.
Lo lógico es que el campeón sea el Atlético de Madrid, y el que menos probabilidades tiene es el Madrid. No será un campeón diferente a otros, será un campeón a la italiana, donde impera la entrega continua, el afán por ganar, el orden táctico y sobre todo cometer menos errores que nadie. Cuando equipos más poderosos, con teóricos mejores jugadores, presupuestos más elevados y toda la parafernalia, no han sido capaces de conseguir un punto más, lo justo es ser campeón.
Las lecturas a sacar las deberían hacer los verdaderos protagonistas. En el Madrid ha habido adaptación, buscar una manera de jugar, en ocasiones exceso de confianza, y quizás todos esos detalles sirvan para aprender y como humanos volver a errar.
De los árbitros mejor no hablar, supongo que hacen lo que pueden, como lo interpretan, sin prejuicios, aunque lo cierto es que se equivocan mucho. No se si es demasiado, pero pocos, muy pocos, inspiran buenas sensaciones. Eso si, están bien pagados.
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