domingo, 17 de agosto de 2014

Intolerancia

El odio se impone en algunos lugares. 
No debe ser sencillo ser kurdo en el norte de Irak, algo que por otra parte lo han sido desde hace siglos, pero ahora es más complicado, porque te ejecutan si no te conviertes al Islam. Es este un curioso sistema de reclutar adeptos, como tantos otros a lo largo de la historia, pero que al parecer produce resultados inmediatos. No es que te pidan que renuncies a algo sino que te conviertas a la "verdad", con lo bonito y reconfortante que debe ser descubrir la verdad y convertirse.
En Missouri están intentando que los disturbios no se les vayan de la mano a la policía local y aquella no se convierta en otro First Blood sin el John Rambo de turno. 
Se ven imágenes que recuerdan a películas muy premiadas de los sesenta, sobre todo escenas en el sur de los US. El odio a la raza negra por parte de los blancos no se ha extinguido en el primer país del mundo, seguramente las desigualdades, las injusticias, la poca generosidad de unos y otros y el miedo eterno de los humanos sean el caldo de cultivo. Las buenas noticias son las del estado de derecho que allí impera que al menos hará volver las aguas a su cauce. Persistirán los buenos modos, la hipocresía de puertas afuera y la doble moral.
"Guess who is coming to dinner?" Ni aunque fuese el mismo Denzel Washington de nuestros días.
Y en efecto cuando veo a una estrella en la pantalla ya sea Bobby Redford en la última del Capitán América, u otros ,me pregunto como serán en realidad. Los focos, maquillajes, lentes, luces, todo debe obtener lo mejor de los actores. Un primer plano que saque algún defecto es desechado. La cámara no puede mentir pero alguien pondrá los medios para suavizar al máximo al divo/a.
Luego en un callejón sin salida, en un acto o "evento" (¡vaya palabrita!) te topas con la cruda realidad, algunos lo harán por la mañana como casi todos los mortales y de ahí que un desayuno con vodka sirva para empezar el día sumido en otra realidad alternativa. El sueño eterno. Griffith hubiese podido contar muchas historias de intolerancia.

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