martes, 5 de agosto de 2014

Penélope Cruz, libertad de expresión y buen gusto.

Hay gente que triunfa, incluso que tiene esa estatuilla llamada Oscar, como Penélope Cruz, gran dama de la escena española e internacional,y que no me dice casi nada, porque el mundo del cine está lleno de esas cosas. 
Ha debido tener actuaciones memorables que torpemente han pasado desapercibidas para mí, aunque me he quedado con la boca abierta ante la pantalla, sobre todo cuando hace de española de estos tiempos, en un cuarto de baño, gritando desaforada, y con tintes un tanto macarras  y ordinarios, en sus gestos y expresiones, fruto del oscuro talento de algún desaprensivo director que no sabe reflejar su clase natural. 
Cuando analizas las fotos que publican de antes, de antes de las cirugías, alabas el arte que demuestran aquellos que la asesoraron, entre novios y conocidos, del marketing de grandes resultados, y como a muchas otras la condujeron por el camino de hacer lo necesario en el momento oportuno y echarse a dormir. 
Bueno a dormir no, a expresar, de vez en cuando, su libre, y avalada opinión en política internacional, fruto, probablemente de las sesudas discusiones con los expertos que la rodean, incluidos familiares cualificados. Principalmente su mérito reside en el tiempo dedicado a cultivarse e instruirse. No esta mal para el mes de Agosto donde muchos se dedican a leer novelas vulgares en medio del calor agobiante, del aire acondicionado o de la brisa.
Al fin nos ha puesto a todos en nuestro sitio y luego ha rectificado no se bien el que, con lo acomodada que queda  con la boca cerradita, al igual que cuando hace una película, a no ser que el guionista le escriba unas frases adaptadas a su talento interpretativo y nos encandile con su verbo fácil, su articulación y su acento noble. A veces la vida sonríe porque es puñetera y concede prebendas y bienes que nunca se curraron ante un buen profesor y un estudio dedicado y concentrado, se hacen otras cosas y nos creemos que sabemos, es disculpable, nos lo han dicho tantas veces que creemos que es cierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario