miércoles, 20 de agosto de 2014

La ida en Chamartín.


Vi que la alineación incluía a Marcelo  y Casillas, con X. Alonso para compensar, la noche de calor se refrescaba al ver calentar a Kroos, mucha gente en el estadio y mucho turista. 
Al principio Frank y Di Stéfano por última vez, algo se acababa con My Way, ese jugador que cambió los resultados y nos colocó en otra dimensión ya nunca estará en el estadio, los del Fondo Sur más arriba parece que suenan diferente, los que vinieron a apoyar al equipo visitante son bastante mal educados. Tras el homenaje rueda el balón, como siempre, dos equipos y un árbitro. Uno tenía muy claro a que jugar,
El fútbol son goles y el Madrid no jugó bien, le faltó una idea clara de lo que hacer y como. No creamos oportunidades, no hubo desborde, rapidez, estuvimos espesos, no nos desmarcamos, sobre todo en la primera mitad. 
El Atléti a lo suyo, defensa bien plantada, buenos centrales, mucho apoyo, mucha leña, desafiantes a la autoridad, el jugador del Madrid no pasa con la pelota controlada a 25 metros de la portería, pérdidas de tiempo, racanería, suciedad, oficio, el arte de mover la pelota 20 metros del lugar de la falta y el arte de eternizarse al sacar de puerta. Sus buenos jugadores tienen sus prioridades y las cumplen, son muy disciplinados, aunque no se yo si Simeone se cree cayo Julio César en las Galias.
Hay que felicitar al visitante por el resultado y aceptarlo, pero por favor que no sea de pronto el ejemplo a seguir, no otro gurú de los medios, no otro profeta venido de la Pampa. Lo peor aguantar el discurso de Simeone, dirigido a los suyos, versión futbolera de la Sra. Fernández y su ejemplo de como gobernar un país. Como argentino tiene que decir algo , como técnico tiene que justificarse y como futbolista debería ser más discreto.

De los árbitros no hablo, se lo complican y no saben salir del atolladero, ni con el spray.

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