lunes, 4 de enero de 2016

En Mestalla, tampoco sale mucho.

Se presentaba el encuentro con urgencias para ambos y la seguridad de que los que no corren en los locales otras veces, hoy si lo iban a hacer.
El Valencia no está bien, su nuevo entrenador juega a asegurarse espacios, evitar errores, cortar pronto la jugada y a ver que pasa, sus jugadores le siguen; hay que puntuar y no perder.
El Madrid presentaba una alineación que es quizás lo mejor de lo que dispone, desafortunadamente con S. Ramos y Danilo, ambos dejan mucho que desear en su función fundamental de defensas, son desesperantes en colocación, anticipación y precisión.
En los locales André Gómez, jugador de calidad, parecía querer demostrar, a posibles ojeadores interesados, que vale la pena y lo hizo hasta que se desfondó.
Buen gol de Benzema en una buena combinación; luego, incomprensiblemente se vienen atrás como han hecho otras veces este año, no persiguen el segundo gol, no presionan, se descuidan los laterales o sus relevos y producen grandes huecos, hacen bueno a cualquiera.
El penalty es una demostración ejemplar de fallos y aciertos del Madrid, en el último minuto del primer tiempo.
En la segunda parte se siguió un guión parecido, luego llegó la expulsión de Kovacic, el golazo de Bale y en menos de un minuto el de los locales con despistes y defensas mirando al cielo con las manos alzadas, Paco Alcácer hábil. 
Este partido se puede empatar porque hay veces que las cosas salen así, pero las sensaciones no son buenas aún y te lleva a pensar que los jugadores no pueden, no son capaces varios de cumplir al nivel del Madrid.
De los árbitros no hablo.

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