jueves, 16 de agosto de 2018

Alucinaciones del desierto, oasis de Palm Springs.

La belleza del desierto me llamaba como si fuese un comanche, sioux o apache, necesitaba y querría ir al desierto, eso sí con un buen aire acondicionado. Había tenido un sueño extraño. Recuerdo que participaban Pique  y X. Hernández, el gurú del fútbol perfecto el único posible. Yo me encontraba, en mi sueño, con una bolsa repleta de dinero y como pensaba que pertenecía a Pique se la devolvía.
Me dio las gracias.
Luego aparecía un amigo mío que me contaba que Pique le había ofrecido que alguien de confianza participase en su bodega y se beneficiase (?). Este amigo me proponía a mí porque decía que me gustaba el vino. Entonces yo le recordaba a Pique que era la misma persona que le había devuelto el dinero que había perdido y respondía:
- Es verdad.
Mi amigo ( que no gusta nada del fútbol) me explicaba que los dos futbolistas son buenas personas, pero que viven en otros mundo y no debía tenerlo en cuenta y aceptar su ofrecimiento.
Me desperté sin saber si me hacía rico con el vino o si me emborrachaba.
Me fui al desierto a Palm Springs y sus alrededores con a/c.
Me di cuenta que el espíritu del Cholo, el Moño y el Profe me perseguía junto a mis amigos indios que no gustan del fútbol, fumaban conmigo la pipa de La Paz, esa que mi corazón futbolero no encuentra.

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