domingo, 5 de agosto de 2018

Mamma mía, aquí estoy otra vez.

En la soleada California todos los niños/niñas son "cute" como ellos dicen o very cute, ¿qué pasa con los que no lo son? Pues que no les dicen nada y les molesta.
¿ Cómo  crece un niño rodeado de cosas cute cuando él no lo escucha personalmente?
Pues duro, difícil de llevar y probablemente traumatizante.
Aquí hay mucho trauma que se lleva como se puede y se convierte en peligroso cuando da por cargarse al prójimo aleatoriamente. Ahora bien en teoría todo es perfecto, limpio, ecológico y desarrollado, muy desarrollado. 
Las lentes de las cámaras, la habilidad de los profesionales, nos presentan en las pantallas un paraíso de palmeras, un Disneyland para los mayores, que oculta las imperfecciones y nos vuelve un poco locos. Aceptarse a uno mismo ( con el tiempo cuesta más), es una labor titánica y constante, sobre todo si se quiere llevar con gracia y buen humor. Esto es lo que hace Cher en la segunda parte de la película, Mamma mia, junto a los otros conocidos actores y actrices que recibirán su cheque gracias altos ingenuos Que pagan 15 $ por una entrada, con buen aire acondicionado.Cher dicen que tiene 72 castañas, canta, no sé si baila o medio se cae, le tira los tejos a Andy García que dice algo en español por aquello del público hispano, aunque la acción transcurra en el Egeo con griegos de pacotilla. Eso es Hollywood.
La taquilla dictará sentencia.Puede que no sea cute y envejezca mal desde el primer día, uno pero si el box office funciona se seguirán haciendo cosas así. No es fantasía ni imaginación, es negocio.

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