Cuesta imaginarse el mundo, en lo tocante a información/desinformación, aquel en que uno se iba de vacaciones (más de dos meses a Ibiza, no digamos en Formentera sin luz a partir de las 12 de la noche, sólo velas) y volvías en septiembre. Allí llegaban los periódicos con retraso y existía uno local, El diario de Ibiza, que era como una hoja parroquial, de pronto te encontarbas con un recuadro mínimo donde decía que el Madrid había ganado el trofeo Carranza en Cádiz a un equipo brasileiro.
No se veía la tele en verano y el mundo continuaba. También nos manipulaban.
Ahora, además de todo lo digital que se publica, gozas de los whatsapp, repetidos hasta la saciedad, de los conocidos que quieren "sorprenderte" con una primicia, porque ellos también utilizan internet.
Según lo que leo en España ya no hay problemas, el único son los restos de alguien que está embalsamado en ese lugar de la sierra llamado valle de los Caídos, entre picos, piedras y toros bravos. El momento se acerca y cuando se los entreguen a su familia, todos los problemas, antiguos y nuevos se resolverán. Debemos dar gracias porque aunque a la inmensa mayoría le preocupen otros temas, nuestro gobierno, que vela y cuida de sus ciudadanos, ha dado con la tecla y la solución. Por cierto el libro Fariña, (serie tv incluida) no sólo habla de los capos gallegos del contrabando de tabaco, hachís y cocaína, habla mucho de los políticos, jueces, corrupción, gobiernos autonómicos o generales, dedicarse a otros problemas, hacer la vista gorda, son los ingredientes y verdaderos protagonistas.
¿Quienes son en estos tiempos los malos?
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