domingo, 14 de abril de 2019

Tiger Woods gana otra vez, Masters de Augusta..

Hoy es Domingo de Ramos en el mundo cristiano.
Me decían, de niño, que había que estrenar algo ese día para que no se te cayesen las manos. Yo nací un domingo de Ramos de abril hace ya...no me acuerdo.
Según los Evangelios Jesús de Nazareth entró en Jerusalem a lomos de un pollino, cabalgadura noble en aquellos tiempos. Fué vitoreado, agasajado, recibido con cánticos y alfombras de flores como Hijo de David y a los cinco días ejecutado y muerto, y en muerte de cruz. Hasta ahí los hechos históricos, pero algunos creemos que Dios mandó a su Hijo para reconciliarse con la raza humana y darnos otra oportunidad, es una cuestión de fe, dónde no se puede entrar sin jugártela de algún modo, sin haberlo visto. Cuando vas por Jerusalem sientes, hueles, que sucedió algo único que no ocurrió jamás ni volverá a repetirse, quizá una última oportunidad.
Mientras Tiger Woods ha renacido de sus cenizas surgidas en 2008, cuando llegaba Obama a cambiar América. A mi Woods siempre me dió confianza, no tanto Obama, en quién no creo. Hablan de resurrección de Tiger sin pensar si es el comienzo de la Semana Santa, pero lo cierto es que en la tristeza de estos días se cuece la apoteosis del domingo siguiente cuando todo cambia y la luz vuelve con más intensidad que nunca.



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