Somos como elefantes, sin fuerza, inocencia, poderío. Cuesta, cuesta tomarse en serio a los políticos, lo que dicen, callan, supongo que los políticos de cualquier país, cualquier época. A mi me ha tocado esta, esta España. Si les escuchas hablan de pactos, acuerdos, investidura, gobierno, establidad, progreso, como constantemente escuchamos, mucho progreso. Todo parece inocente, europeo, civilizado, democrático. Inlcuso oigo hablar de unos que pretenden meter miedo, aprovecharse de su efecto en las personas, obtener réditos políticos.
Nadie habla de los costes, como se pagan esos brindis al sol, Llega un momento que da la sensación de que toman al personal por tonto, ignorante, estúpido, malo intrínseco que sólo se mueve por instintos egoistas, los demás progresistas, nacionalistas, son buenos por naturaleza. He oido al presidente del PNV decir que PSOE, UP, la izquierda, extrema o no, totalitarista o no, son los únicos que hacen las cosas biem hay que apoyarles. Ellos los del PNV que son una derecha, como su fundador, que aguantaría muy poco en el mundo de hoy en día por racista, clasista, machista, intolerante, etc... le llamarían fascista; igual que esos partidos de Cataluña, intransigentes, totalitarios. Los elefantes son animales de memoria, siguen su senda, recuerdan, hoy hay pocos elefantes, la senda la marcan otras especies.
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