domingo, 17 de mayo de 2020

Vendo el bombo.

Los alemanes no tienen problemas con la Bundesliga, un jugador español que juega allí nos lo dice sencillamente: "en Alemania no hay polémicas porque todo alemán puede hacerse la prueba del coronavirus". Creo que le falta añadir que son pruebas que además te dan cierto garantías, que funcionan, no lo que se cuece por aquí, pagues o no pagues. Por esto lares el problema lo tiene Manolo, el del Bombo, una institución a base de acompañar con su instrumento al equipo nacional. Manolo es manchego como don Alonso Quijano o Quijada, era propietario de un bar. No es muy mayor aunque ha cumplido los setenta, sufre problemas económicos como muchos españoles, su capital es su bar y su bombo. Supongo que ha disfrutado mucho con el bombo, aunque no se muy bien como se puede ver fútbol y darle al bombo tanto. Recuerdo un partido en Chamartin, ( he verificado la fecha 24 noviembre 1963), Real Madrid vs At de Madrid, estaba con mi padre donde a él más le gustaba tres filas detrás del entrenador Miguel Muñoz. Un aficionado rival iba con bombo, repetía aporreando sin piedad aquel bombo: "Bien Jayo bien" porque Martínez Jayo, central del Atlético, era su ídolo, o pariente, jugaba ese día. El primer tiempo empatábamos 1-1, gol de Mendoza primero y Di Stéfano, jugando mal, aplatanados por el sol otoñal. Mi padre salió de allí porque aquel señor iba a tragarse el bombo. Vimos el segundo tiempo en un banco verde a ras de césped junto a Muñoz ganamos 5-1 y el fútbol cambió para mi. A lo mejor una solución para lo de ahora sería poner un Manolo en cada campo, a puerta cerrada, para animar y Manolo, el del Bombo, de coordinador. Eso si con máscara y guantes.

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