Hay quién habla de la nueva normalidad, una de esas frases que si te pones a analizarla al ser de sólo dos palabras tardas poco. El adjetivo inicial no tiene mucho que decir, nos anuncia que el sustantivo va a ser bendecido con algo diferente a lo anterior, es decir les aviso sobre algo que surge, diferente, aunque puede que ya haya acontecido en el pasado, significa un cambio. Como ven todo apunta a slogan político, de esos que hacen famoso algún susurrador de presidente US, que luego se repite en películas o por los expertos politólogos que proliferan alrededor. Estamos ante algo nuevo. ¿Y la normalidad?
Cualidad o condición de normal, según nuestro diccionario. Luego está la palabra normal, significa estado natural, habitual u ordinario que sirve de norma o regla. Es decir que el brillante gurú parece que nos quiere sugerir que viviremos algo diferente a lo habitual. ¿Cuando? Todo apunta a que la genial frase se refiere al covid-19, es decir que en algún momento estaremos todos ( ¿España?) haciendo nuestra vida habitual, cotidiana y está será distinta. No sabemos si será porque llevaremos mascarillas, tomaremos más precauciones en todas nuestras actividades o nuestra situación normal se verá tan afectada por nuestras posibilidades económicas que muchas cosas tendrán que cambiar, no se sabe por cuanto tiempo. Cuando anuncian cambios de este tipo casi siempre es a peor, es decir la gran mayoría, los de siempre vivirán mucho peor, Esto casa con el hecho aparente de un deficit ( ¿galopante?) que habrá que pagar en algún momento. Oí a unos periodistas, que son profesionales de guerras, conflictos armados, muertos, testimonios gráficos, que se juegan el pellejo con sus fotos, que no pueden fotografiar en estos momentos, lo que piensan es su obligación. Ven el parte televisivo del ejecutivo diariamente. Argumentan que nos tratan como niños pequeños. Claro que luego se vota y el pueblo puede cambiar de voto.
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