jueves, 22 de junio de 2023

Atlántico Norte.

 

Cambiemos de escenario. Como lo anunciaban los medios de comunicación al principio sabíamos que un vehículo submarino a casi 4.000 mts de profundidad en el Atlántico Norte no se a qué distancia del pecio del RMS Titanic  ahora parece que a 480 mts hay restos, con cinco personas a bordo tenía serias dificultades. Una tragedia, que me imagino ha sido muy difícil reconducir, extremadamente complicado, rescatar, izar a ese sumergible, salvar a las persona si estaban con vida.La mar es peligrosa, las profundidades más todavía. De niño cuando ojeaba periódicos, sin Youtube, me llamó la atención lo del batiscafo Trieste y el profesor Piccard junto a Walsh, que bajaron a la fosa de las Marianas, casi 11.000 mts, la barbaridad de los océanos. Debo reconocer que fue mi primera percepción de un Rolex Submariner que desde entonces ha sido mi único amor, como reloj. En este caso no es llegar a la máxima profundidad sino darse un garbeo por el famoso pecio que viene impactando a muchos humanos desde aquellos sueños retadores y la fatídica noche de Abril. En dos ocasiones he asistido a arrojar una corona de flores en esa zona en Julio y Diciembre, menuda mar la segunda. A mi la película, la parafernalia, la tragedia, nunca me ha hecho mucha gracia, desde la primera vez, sesión continua, blanco y negro, cine Oráa otra vez un niño, no tan realista como la obra de Cameron. No me gusta que se hundan barcos, no me hace ni pizca de gracia. La imágen del capitán solo, agarrado a la caña en el puente esperando esa ola es muy digna como la banda de música tocando en la fría noche, es cinematográfico, quizá con algo de belleza espiritual y triste muy triste. Lo mismo que sienten las familias de los que aman. Lo supuestamente fallecidos, distintas edades, tenían en común el deseo humano de conocer, arriesgar, experimentar sensaciones.


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