Poco glamour. ¡Qué pereza coger un avión ! En este caso al oeste más de 12 horas de vuelo y luego seguir al Oeste como Quirós con sus errores o Torres más preciso. Me da pereza y eso a que me esperan amiguetes inocentes y divertidos. Supongo que la muerte es como un vuelo imprevisto, encima no sabes cuando, ni a donde a menos que creas en algo, también me daría pereza pero me adaptaría, total es el último viaje. T4, gran logro arquitectónico, eficaz, ya con casi 20 castañas. No hay glamour. En mis distracciones, en las esperas antes de embarcar, me dedico a intentar detectar una chica guapa con estilo, lo siento tiene que ser chica a ser posible sin dudar como Alvear. No he encontrado ninguna, cero patatero. Al escribir esto me doy cuenta que a lo mejor son deseos ocultos de viejo verde, término un tanto en desuso. Me recupero ya que en mis primeros vuelos a Melilla, cuando te daban chicle americano en una bandeja por aquello de la descompresión y la cabina parecía Londres con niebla, ya me fijaba en el personal. Claro que entonces las azafatas eran top models, escogidas, lo mejor de cada casa ¿sería entonces un niño verde? No definitivamente no, simplemente me gusta la belleza… con estilo. Ha bajado el listón en la terminal estaba dispuesto a aceptar pulpo como animal de compañía. Como estoy en el satéĺite de la T4 hay mucho vuelo a las Améŕicas, resultado de lo de don Cristóbal, mucho atuendo deportivo, de hecho la mejor candidata era una dama de alta cuna con chandal de Hermés. Sigo sin comprender lo del Duty Free Shop porqué es tan caro con la cantidad de artículos que gozamos a exportar incluidas las camisetas del FCB que más que les pese es España. En los aeropuertos me he topado con famosos como en los aviones, no esta vez. Mi top fue en un vuelo a Chicago, espera larga, un tipo genial al cual aprecio, le pregunté :¿ es usted…? Yo soy. Estaba haciendo estiramientos con apoyo en un carrito de maletas, charlamos, nos entendimos. Le dije que nadie se creería mi historia. Le hablé de mi diario.Escribió una frase simpática que pegaba al momento y un dibujo. Antes de embarcar he visto al espíritu de Laly Soldevilla y me he tranquilizado.
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