miércoles, 14 de junio de 2023

Gerónimo.

 

Antes de volver a la patria, de mi dorada soledad, en mi anterior viaje me despedí de un hombre bueno hecho a si mismo en USA. Por educación o por lo que sea le pregunté si quería algo de España. No sabía lo que me podría pedir, no sabía qué iba a regresar tan pronto aunque sea de paso. Me hablaba siempre de un restauratn de paellas y música en Sunset Blvd pensé que me podría pedir jamón serrano del bueno o queso Manchego o vino de Rioja/Jerez como banderita tu eres roja, banderita tu eres gualda,  estaba temblando porque me pidiese una camiseta de Messi que el lavado de cerebro llega a todas partes y no de Camavinga. o Fede. Pues eso no señor, no, que diría don Luis. ¡ Me pidió un rosario !, no necesariamente el de mi santa madre, y que me quedase con todo lo demás. Al precipitarse mi venida al Oeste había que comprar un rosario o traerme uno de casa, el Buen Dios que siempre va conmigo, me ayudó. Es un rosario bendecido por el papa Juan Pablo II  en un estuche con el escudo papal, que andaba entre mis cosas. Se lo regalé, lo cogió como diciendo...yo no lo suelto. Curiosamente empezamos a hablar de lo que se cree o no se cree, la educación de niño de lo que te marca y el final. Desde luego mi amigo tiene una educación católica en Los Hermanos de La Salle  y el rosario, la Vírgen María, forman parte de sus enseñanzas. Volví a hablar de la oración, eso que en el cole me enseñaron; Orar es hablar con Dios, lo que siempre he intentado. Como decía el bravo Gerónimo hace ya muchas lunas.

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